sábado, 29 de septiembre de 2012

GS II. Declaración de Guerra (IV)


Kardia estaba en la casa de escorpio, hacia quizá un rato que había llegado de su entrenamiento diario, principalmente por no aburrirse... Cuando pensaba ir no mucho más tarde a dar una vuelta y seguramente acabar en la taberna de siempre... A no ser que alguien decidiera venir a decirle un plan mejor...
Carina sabía que Aries y Acuario ya iban de camino a la Cámara del Patriarca, si es que no estaban dentro ya de ésta. Su maestro le indicó que avisase uno por uno a los restantes caballeros de oro y en aquella "misión" se encontraba, ya había avisado a El Cid de Capricornio, Sisifus de Sagitario y la casa que tocaba ahora no era otra que la de Escorpio. ¿Se encontraría allí Kardia? Esperaba que sí, aunque no era una algo agradable lo que le tenía que decir.
-¿Kardia?! -le llamaba, terminando de bajar la larga escalera que unía todas las casas zodiacales acabando así por pisar aquella-. Dime que sí estás -más bien era un "ruego" a sí misma. Automáticamente tras decir eso vio que sí se encontraba, cosa que la hizo liberar un suspiro de "alivio"-. Hola -saludó un tanto escueta al detenerde ante el caballero.
Kardia escuchó su nombre poco después de haber escuchado que alguien descendía las escaleras que venían de la casa de sagitario, no le sorprendía que fuera Carina- ya que la había visto pasar haría horas hacia la casa de Acuario-. Lo que más bien le sorprendía era que bajara... ¿agitada? Sea lo que fuera, parecía que había pasado algo. Así que se acercó con paso calmado.
-Sí, estoy aquí... ¿qué pasa?
Mejor andarse sin rodeos, así que Carina tomó aire y comenzó a explicarse:
-Shion ya ha regresado de la misión que Atenea le encomendó, al parecer no ha ido bien, su... su armadura estaba manchada con sangre -al menos es lo que ella vio de refilón cuando Degel la llamó antes de que se marchasen escaleras arriba-.  Debes acudir a la Cámara del Patriarca, hay convocada una reunión, la cosa se pone fea -el tono de la muchacha  dejaba clara su preocupación.
Kardia llegó frente a ella, deteniendo el paso, mirando y escuchando lo que le decía con atención. Al parecer, esa tarde "aburrida" acababa de ser mas entretenida de lo que esperaba con las palabras que acababa de escuchar, aunque esperaba que Shion estuviera bien y esa sangre no fuera suya.
-Está bien, voy subiendo, termina de avisar al resto -ya se imaginaba que le tocaba avisar a los demás. Le puso la mano en el hombro para darle ánimos, ya que lo estaba haciendo muy bien, aunque todo acababa de comenzar. El mero hecho de que tenga que avisar a los 12, iba a ser la misión más sencilla de todas las siguientes-. Te veo luego -apartó la mano y comenzó a caminar, dejándole paso para que descendiera el resto de escaleras, él subiría hasta la cámara del Patriarca.
-No me pesaba quedar aquí sin avisar a los demás -intentó "bromear" un poco a la par que sentía la mano de Kardia sobre su hombro, pero no, no es que tuviese muchos ánimos para ello ya que más bien lo que tenía eran nervios, había que esperar a que todos los caballeros se reuniesen con Sage y Atenea para que les indicasen qué iban a hacer-.  Sí –asintió-,  hasta luego -quedó mirando cómo se alejaba escaleras arriba, mientras que ella estaba segura de que habría que pelear, y cuando llegaba el momento...
Se giró y comenzó de nuevo a bajar escaleras, prefería no pensar en lo que pasaría cuando comenzase la batalla así que se dispuso en ir a casa de Dohko de Libra, ya que era el siguiente a lo largo de aquella "interminable" escalera.
Kardia sonrió a aquella broma, el caballero de escorpio nunca estaba falto de esas sonrisas, prácticamente en casi todos sus humores. Así que dejó que Carina fuera a avisar al resto mientras él subía aquellos 4 pisos hasta la cámara del Patriarca, seguramente estarían allí ya los que siempre estaban algo más arriba, más Shion.
Carina fue avisando al resto de caballeros, Asmita de Virgo ya estaba avisado también, así que ahora se dirigía a la casa de Leo, Dohko le resultaba muy agradable, era de los caballeros más extrovertidos, por no decir el que más. En sí, todos y cada uno tenían una característica que les hacía resaltar entre los demás, aunque también los había que era más "similares" entre sí, Manigoldo y Kardia eran dos caballeros muy activos, siempre esperando acción, sin embargo Degel, Shion, Asmita, El Cid ... eran más calmados. Mientras que iba pensando en aquellas "curiosidades" llegó casi sin darse cuenta a la casa de Cáncer, ¿se hallaría en ella Manigoldo?

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