Kardia
estaba en la casa de escorpio, hacia quizá un rato que había llegado de su
entrenamiento diario, principalmente por no aburrirse... Cuando pensaba ir no
mucho más tarde a dar una vuelta y seguramente acabar en la taberna de
siempre... A no ser que alguien decidiera venir a decirle un plan mejor...
Carina
sabía que Aries y Acuario ya iban de camino a la Cámara del Patriarca, si es
que no estaban dentro ya de ésta. Su maestro le indicó que avisase uno por uno
a los restantes caballeros de oro y en aquella "misión" se
encontraba, ya había avisado a El Cid de Capricornio, Sisifus de Sagitario y la
casa que tocaba ahora no era otra que la de Escorpio. ¿Se encontraría allí
Kardia? Esperaba que sí, aunque no era una algo agradable lo que le tenía que
decir.
-¿Kardia?!
-le llamaba, terminando de bajar la larga escalera que unía todas las casas
zodiacales acabando así por pisar aquella-. Dime que sí estás -más bien era un
"ruego" a sí misma. Automáticamente tras decir eso vio que sí se
encontraba, cosa que la hizo liberar un suspiro de "alivio"-. Hola -saludó
un tanto escueta al detenerde ante el caballero.
Kardia escuchó
su nombre poco después de haber escuchado que alguien descendía las escaleras
que venían de la casa de sagitario, no le sorprendía que fuera Carina- ya que
la había visto pasar haría horas hacia la casa de Acuario-. Lo que más bien le
sorprendía era que bajara... ¿agitada? Sea lo que fuera, parecía que había
pasado algo. Así que se acercó con paso calmado.
-Sí,
estoy aquí... ¿qué pasa?
Mejor
andarse sin rodeos, así que Carina tomó aire y comenzó a explicarse:
-Shion
ya ha regresado de la misión que Atenea le encomendó, al parecer no ha ido
bien, su... su armadura estaba manchada con sangre -al menos es lo que ella vio
de refilón cuando Degel la llamó antes de que se marchasen escaleras arriba-. Debes acudir a la Cámara del Patriarca, hay
convocada una reunión, la cosa se pone fea -el tono de la muchacha dejaba clara su preocupación.
Kardia
llegó frente a ella, deteniendo el paso, mirando y escuchando lo que le decía
con atención. Al parecer, esa tarde "aburrida" acababa de ser mas
entretenida de lo que esperaba con las palabras que acababa de escuchar, aunque
esperaba que Shion estuviera bien y esa sangre no fuera suya.
-Está
bien, voy subiendo, termina de avisar al resto -ya se imaginaba que le tocaba
avisar a los demás. Le puso la mano en el hombro para darle ánimos, ya que lo
estaba haciendo muy bien, aunque todo acababa de comenzar. El mero hecho de que
tenga que avisar a los 12, iba a ser la misión más sencilla de todas las
siguientes-. Te veo luego -apartó la mano y comenzó a caminar, dejándole paso para
que descendiera el resto de escaleras, él subiría hasta la cámara del
Patriarca.
-No me
pesaba quedar aquí sin avisar a los demás -intentó "bromear" un poco
a la par que sentía la mano de Kardia sobre su hombro, pero no, no es que
tuviese muchos ánimos para ello ya que más bien lo que tenía eran nervios,
había que esperar a que todos los caballeros se reuniesen con Sage y Atenea
para que les indicasen qué iban a hacer-.
Sí –asintió-, hasta luego -quedó
mirando cómo se alejaba escaleras arriba, mientras que ella estaba segura de
que habría que pelear, y cuando llegaba el momento...
Se giró
y comenzó de nuevo a bajar escaleras, prefería no pensar en lo que pasaría
cuando comenzase la batalla así que se dispuso en ir a casa de Dohko de Libra,
ya que era el siguiente a lo largo de aquella "interminable"
escalera.
Kardia
sonrió a aquella broma, el caballero de escorpio nunca estaba falto de esas
sonrisas, prácticamente en casi todos sus humores. Así que dejó que Carina
fuera a avisar al resto mientras él subía aquellos 4 pisos hasta la cámara del
Patriarca, seguramente estarían allí ya los que siempre estaban algo más
arriba, más Shion.
Carina
fue avisando al resto de caballeros, Asmita de Virgo ya estaba avisado también,
así que ahora se dirigía a la casa de Leo, Dohko le resultaba muy agradable,
era de los caballeros más extrovertidos, por no decir el que más. En sí, todos
y cada uno tenían una característica que les hacía resaltar entre los demás,
aunque también los había que era más "similares" entre sí, Manigoldo
y Kardia eran dos caballeros muy activos, siempre esperando acción, sin embargo
Degel, Shion, Asmita, El Cid ... eran más calmados. Mientras que iba pensando
en aquellas "curiosidades" llegó casi sin darse cuenta a la casa de
Cáncer, ¿se hallaría en ella Manigoldo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario